El móvil se ha colado en cada rincón de nuestra vida. Tanto, que según un estudio,los jóvenes pasan una media de siete horas al día con este aparato, que ya afecta a la postura y a la visión, aunque también "al paisaje y al sueño", informa María Lamela. Y, es que, entre las innumerables oportunidades que nos ofrece el teléfono también está el poder hacer fotos en cualquier momento y lugar, por lo que hay quienes lo utilizan hasta para grabar el momento del parto y los funerales.

"A veces no es necesario compartirlo todo", defiende Adela González. Una mentalidad que choca con la de "la generación Z", según María Lamela, porque estos "graban las 24 horas del día". "Hasta cuando lo dejan con sus novios", comenta.

"Eso sí me parece interesante", afirma Boris Izaguirre, ya que "es un buen documento para enseñarle al novio cómo te dejó".