Después de un año de salir de la cárcel de Soto del Real, en donde pasó algo más de dos años en prisión preventiva, Sandro Rosell habla con Jordi Évole. Aunque el expresidente del Fútbol Club Barcelona salió absuelto, todavía no había hecho ninguna entrevista hasta este momento.

"Seguir los partidos a través de la radio me pone nervioso", así arranca Rosell este especial de Lo de Évole en el que cuenta cómo seguía los partidos de fútbol desde prisión: "Al final lo sigo por los gritos que se oyen en los pasillos de las celdas. ¡Se oye Visca Barça y puta Barça! Escuchamos los gritos tras los goles."

"El primero del puto amo, Messi. Es el Barça-Madrid. Los primeros culés dan golpes a las puertas de hierro de los chabolos. Quedan 0-3 a favor del Barça. En los pasillos de la prisión hay un buen jaleo por parte de los culés", recuerda el expresidente.

Además, Rosell cuenta a Jordi Évole cómo ha sido su paso por la prisión y la "conspiración" y "persecución" que dice haber vivido y que le ha llevado a tener que enfrentarse a polémicos casos como blanqueo de capitales, el fichaje de Neymar o el trasplante de Eric Abidal.

"Vamos a intentar entender el caso, que para mí no ha sido fácil", admite Jordi Évole, que recuerda que "la fiscalía acusaba al expresidente del Barcelona de liderar una trama para blanquear comisiones con el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, Ricardo Teixeira".

Rosell, por su parte, se muestra tajante y mantiene su inocencia: "Todo lo que hice con la Confederación es absolutamente legal, declarado, demostrado, lícito y, además, con éxito empresarial". "No entiendo por qué actúan contra mí, ¿quizá porque pusimos las cuatro barras de la señera en la camiseta del Barça o porque contratamos a Neymar en contra de la voluntad de otro equipo?": Rosell destaca que ha habido una conspiración en su contra.

Además, Rosell se mantiene convencido en que no ha sido "un error judicial" su paso por prisión y cree que la situación política de Cataluña pudo haber influido: "Puede ser que tuviera una cierta influencia. Sí, seguro, evidentemente, y esto es otra cosa a revisar. Hoy parece que el hecho de ser catalán ya automáticamente se es un delincuente y no es así".