Jordi Évole le pide a Juan Carlos Unzúe que se imagine que no hay ELA en su cuerpo. "Yo me he visto en situaciones de esas de qué harías si te fueses a morir el mes que viene, en las que normalmente, no sé qué tipo de amigos tendrás tú, pero uno se va a lo prohibido, a lo que no ha hecho nunca. He estado con amigos y el tema de 'drogarse hasta las cejas' ha salido, o el de atracar un banco, hacer una orgía o no parar de hacer el amor", comenta el periodista.

En ese momento, Unzúe le cuenta a Évole algo "curioso" de su enfermedad. "Vamos a decir que la musculatura que nos da la posibilidad de tener un acto sexual no se ve afectada. Entonces, curiosamente, tú estás inmóvil, pero tú sigues sintiendo y sigues pudiendo tener una relación sexual con tu mujer", indica el exfutbolista, algo que sorprende enormemente a Évole, quien le lanza una pregunta: "¿Aunque ya solo te queden los ojos para comunicarte?".

"La realidad es que sí", responde el deportista, quien subraya que "no se ve afectado todo lo que está relacionado con la capacidad sexual". "Eso demuestra mucho lo que se dice de que el sexo está en la mente. Yo pensaba que era cero. Perdona la ignorancia", le dice Évole.