Intervención de las que dejan huella ha sido la de Agustín Javier Zamarrón en Liarla Pardo. El diputado del PSOE por Burgos analiza la actualidad política y la tensión que se vive y que se ha vivido en los últimos meses en el Congreso, algo que considera “una traición a la población” que representan.

“Es enormemente contraproducente. Empobrece la relación en las cortes y la ejemplaridad de nuestras relaciones. No digo que no deba haber ironía, hay extraordinarios oradores, pero no se equilibran los términos. El insulto se ha hecho norma y hay expresiones rayanas propias del odio”, analiza.

Su figura fue ampliamente analizada cuando presidió de manera breve el Congreso de los Diputados, cuando muchos resaltaron su evidente parecido con Valle-Inclán. Cristina Pardo le pregunta a Zamarrón por una frase del escritor: “En España, el mérito no se premia. Se premia el robar y ser sinvergüenza. En España se premia todo lo malo”.

No sólo se muestra de acuerdo con esa afirmación, sino que le da una nueva pincelada. “Se premia... y se aplaude”, añade. Cree que deben “huir de eso”, un camino que sólo se recorre a través de la “educación” y de la “formación”, “no sólo de los modos”, zanjando su argumento con una dura opinión sobre nuestro país.

“Nuestro problema es que somos, y lo digo con dolor y humildad por si me equivoco y por si a alguien hiere, una nación muy ignorante. Una nación que no somos entusiastas de nuestros logros. Todo ciudadano debe ser ejemplar en su comportamiento, algunos más que otros”, asevera.

Es hora de escuchar a los sanitarios. No es un deber, es una deuda"

Agustín Zamarrón

Sobre cómo ha gestionado la crisis del coronavirus el Gobierno, Zamarrón matiza que “una cosa es gestionar y otra cosa es afrontar”, afirmando que esta pandemia “se ha tenido que afrontar”. Y los primeros en afrontarla, asegura, han sido “ aquellos que estaban en la trinchera en una situación de debilidad por el debilitamiento que había tenido la Sanidad, sobre todo la pública”, es decir, los sanitarios.

“Tengo 74 años y no me he visto involucrado en esto, pero sí he visto el sufrimiento y el riesgo de muchos compañeros, algunos familiares. No me ha sorprendido para nada la actuación profesional de los sanitarios, que lo han dado todo sin escándalo, sin vocerío. Ahora, es hora de escucharles; no es un deber, es una deuda”, añade.