Este domingo, Austria se enfrenta a unas elecciones que podrían cambiar el rumbo de su política. A pesar de que el Partido de la Libertad de Austria (FPÖ) sigue liderando las encuestas, los recientes sondeos indican una caída en su popularidad, atribuida a su discurso negacionista frente al cambio climático. La tormenta Boris, que ha azotado a Europa, parece haber desencadenado una reflexión en la ciudadanía sobre las políticas medioambientales, algo que podría jugar en contra de la ultraderecha.
Si el FPÖ logra formar gobierno, sería la segunda vez en la historia del país que un partido de esta índole accede al poder, recordando el gobierno de Jörg Haider en 2000. En aquella ocasión, la reacción de la Unión Europea fue contundente: se implementó un cordón sanitario diplomático que aisló a Austria por más de seis meses. Sin embargo, en el contexto actual, con el 22% de los europarlamentarios siendo de ultraderecha y con gobiernos similares en países como Italia y Hungría, la posibilidad de una respuesta unificada de la UE parece remota.
El contexto político europeo ha cambiado drásticamente en 24 años. A diferencia de 2000, cuando la ultraderecha apenas alcanzaba el 5% en la Eurocámara, hoy su influencia es indiscutible. Los partidos de extrema derecha están incrustados en coaliciones gubernamentales en naciones como Países Bajos, Croacia y Eslovaquia, lo que complica la aplicación de un cordón sanitario similar al del pasado.
La historia del FPÖ es inquietante: fundado en 1956 por exmiembros de la SS, su programa electoral aboga por recortes drásticos en educación, sanidad y jubilaciones, así como restricciones severas a la inmigración y políticas medioambientales. Ante este panorama, queda claro que Austria se juega mucho en las elecciones de este fin de semana, y el impacto de la tormenta Boris podría ser un factor decisivo en la balanza.
Una diferencia visible
La Conferencia de Presidentes tiene por fin hasta cinco presidentas 20 años después de ver solo a Aguirre
Cómo hemos cambiado La fotografía de la Conferencia de Presidentes de 2024 destaca a cinco mujeres líderes autonómicas, un avance notable respecto a 2004, donde solo aparece Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid en ese momento.