No todo el Gobierno comparte la pasión por la OTAN. La penúltima tirantez llegó por ese aumento en el gasto militar hasta el 2% del PIB. Un asunto que hace renacer la eterna duda: ¿hay que gastar más en defensa o hay que gastarlo mejor? ¿Hay que dejar de invertir en la defensa nacional y apostar definitivamente por un ejército común europeo?

Hasta el momento, no hay un grupo de soldados impulsados con presupuesto europeo. No obstante, Europa ya trabaja en la propuesta del Alto Representante, Josep Borrel, para crear una fuerza de despliegue de 5.000 efectivos que debería estar activa en 2025.

No obstante, la UE insiste: no quieren crear un ejército, sino integrar todos los ejércitos de la UE en uno solo. Se llamaría 'Proyecto Brújula' y sus objetivos son defenderse frente a los ataques híbridos, combatir las amenazas cibernéticas a las que se enfrente la UE y vigilar las posibles injerencias extranjeras.

Desde 2007, la Unión Europea cuenta con algo similar: 'European Battle Grups' son dos batallones de unos 1.500 efectivos. No se trata de un ejército único, sino que cada país ha aportado efectivos y los ha costeado. En teoría, no deberían tardar ni diez días desde que el Consejo de la UE aprobara su despliegue con el visto bueno de la ONU. Estas fuerzas se pueden utilizar para prevención de conflictos, para actuar en países desestabilizados o gestiones de crisis. Se crearon en 2007, pero aún no han sido desplegados nunca.

En realidad, la idea de la defensa europea común tiene 72 años, pero nunca ha cuajado. El primer proyecto data de la década de los 50. Así, desde entonces ha habido numerosos intentos y, de hecho, ha habido un amago de ello: el 'eurocuerpo' de 1990, que solo tenía legitimidad para actuar en nombre de Francia y Alemania.