El Kremlin ya se ha encargado de que su versión sobre la invasión a Ucrania llegue a toda la población, incluso a los más pequeños. Por ello están desarrollando una fuerte campaña de propaganda en las propias escuelas, una estrategia que laSexta ha analizado al detalle.

Sabemos que en los últimos nueve días se ha emitido un peculiar vídeo de dibujos animados en todos los colegios. En este vídeo aparecen dos niño: uno representa a Rusia y el otro a Ucrania. Ambos son amigos hasta que el de Ucrania se junta con otro niño que es Estados Unidos. Y con esa compañía, Ucrania se convierte en un abusón, así que el niño que representa a Rusia debe hacer frente a Ucrania para que deje de atacar al resto de los críos.

Este no es el único documento que se ha reproducido en las escuelas rusas, también un discurso del propio Vladimir Putin que se ha reproducido en mitad de una lección sobre lo que ocurre en el país vecino. En ese discurso compara la situación actual con la de la II Guerra Mundial y el ataque de los nazis. En esas mismas clases les han dado a los niños un manual donde se ve el argumentario que tienen que defender, y además les daban ejemplos para justificar la necesidad de atacar a Ucrania.

Un primer ejemplo obliga los alumnos a ponerse en la siguiente situación: si entra un asesino en la escuela con un arma y apunta a tu novia o amigos, no te quedas con un cartel pidiendo paz sino que actuarás contra él. Para el segundo ejemplo, tiran de un clásico en la cultura popular rusa, la película 'Brat', donde un joven se enfrenta por su familia a la mafia chechena. Ahí, el personaje principal dice que quien tiene la verdad tiene la fuerza y que los que mienten no la tienen. Les explican así que como Rusia tiene la verdad, tiene la fuerza y el éxito.

Además de todo esto, tienen hasta un programa que se llama 'Defensores de la paz' que han visto ya cinco millones de niños y niñas de entre 11 y 17 años de manera simultánea en todos los colegios. Como si de un programa de televisión se tratase, aparecen una niña, Sofia Komenko, que se hizo popular en Rusia con siete años por cantar 'Te amo Rusia'; un periodista afín a Putin; y un historiador que dan claves para entender lo que está pasando.

En el programa se insiste en que no hay que creer ni difundir noticias que lleguen de fuera del país porque todo es propaganda occidental. El mensaje que se traslada es el de que Rusia no quiere ocupar ningún país, sino proteger a la minoría rusa de Ucrania, de un conflicto en el que los nazis y nacionalistas del gobierno ucraniano son los culpables.

Y frente a toda la propaganda de Putin, a los chavales les queda Tik Tok. Ese canal, en el que se muestran imágenes de la guerra, se cuenta el conflicto, y se cuelgan vídeos de Ucrania y el resto del mundo señalando a Putin como culpable, el Kremlin no lo controla como hace con el resto de medios convencionales. De ahí la necesidad de adoctrinar a los chavales, para que no crean o para que duden de lo que ven en Tik Tok.