Un tuit publicado por la Guardia Civil ha sido foco de la polémica. La publicación hacía referencia a que en 1949 se crearon "puestos y destacamentos con perros para perseguir de forma más organizada a los bandoleros y reforzar el servicio en zonas de fronteras y costas". ¿Y cuál es el problema? Pues que el término "bandolero" fue utilizado durante la dictadura para referirse a los maquis.
Por ello, Unidas Podemos va a preguntar por este asunto al Ministro del Interior porque consideran que se criminaliza la resistencia contra la dictadura. La Guardia Civil ya ha borrado el tuit, pero a laSexta Clave le sirve para recordar a los maquis, los guerrilleros de la resistencia contra el franquismo.
¿Quiénes eran? Eran los perdedores de la Guerra Civil, que sabían que podrían ser torturados o morir si eran detenidos, por lo que no podían escapar del país y se iban al monte. Y también aquellos que no podían regresar a España e iban a Francia para combatir contra los alemanes. Una vez derrotados los nazis, volvieron a España para derrotar a la dictadura franquista.
Aspiraban a que los aliados, los vencedores de la II Guerra Mundial contra el totalitarismo, desembarcaran para derrotar al fascismo en España, como lo habían hecho en Italia y en Francia. Ellos, los maquis, serían la resistencia y les ayudarían a vencer al fascismo. Pero eso no pasó.
Estuvieron activos más o menos desde el final de la guerra hasta los años 60, y fueron perdiendo fuerza cuando se dieron cuenta de que los aliados no iban a invadir España, porque el mundo había reconocido la dictadura de Franco y porque el Partido Comunista, que estaba detrás en muchos casos de los maquis, no quería enfrentarse y apostaba por posturas más conciliadoras.
Aun así, duraron tantos años refugiándose en los montes, en campamentos que se iban moviendo de un sitio a otro y en lugares donde en una batida de la Guardia Civil había más posibilidades de fracaso que de éxito.
La dictadura de Franco, no obstante, tenía tres métodos para luchar contra los maquis: el primero era enviando a la Guardia Civil; el segundo creando unas contrapartidas que también mandaban a los montes; y también acabando con las redes de apoyo, castigando a los pueblos que habían apoyado a los maquis dándoles cobijo o alimento.
El TS aún podría imputarlo
Ábalos lo niega todo porque puede hacerlo (de momento): su condición en el caso es crucial
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