Los bombardeos de Madrid en la Guerra Civil, de los que se cumplen 85 años, fueron los primeros en los que se usó la aviación como un arma de guerra y no como algo esporádico.

Las bombas que se lanzaron sobre la capital querían matar, destruir infraestructuras y edificios militares y también minar la moral de los madrileños.

Uno de los objetivos era que los ciudadanos pidieran que la ciudad se rindiera. Sin embargo, a pesar de los bombardeos, Madrid no se rindió. Lo contamos en el vídeo que acompaña estas líneas.

Sobre las zonas atacadas, un mapa elaborado por el libro 'Madrid bombardeado' refleja dos claras zonas diferenciadas. En la de color rojo se reflejan las bombas lanzadas y los objetivos fijados. En color verde aparecen los barrios de Salamanca y Chamberí. Allí cayeron menos bombas porque hay embajadas como la de Alemania y la de Italia y se estableció que esa zona se 'salvara'.

Cabe destacar el caso de Juan March, fundador de la banca March, que puso dinero para que compraran armas. Su casa quedó no sufrió el impacto de los proyectiles a pesar de que se encontraba dentro de la zona que podía ser bombardeada.

Aunque Madrid sufrió la devastación de las bombas durante la Guerra Civil, no quedó tan destruida como otras ciudades europeas en la Segunda Guerra Mundial. Esto se debe, según explica el periodista de laSexta José María Rivero, a que en esos momentos "no se sabía destruir". El bombardeo de Madrid sirvió de 'aprendizaje', a lo que hay que sumar que los aviones se perfeccionaron para llevar más bombas y lanzarlas para destruir más.