En los países ricos ya se mira el calendario para comprobar cuándo toca administrar la dosis de refuerzo. Mientras, en los pobres sólo tiene un pinchazo un 3% de la población. Eso, además de moralmente cuestionable, es muy peligroso. El COVID se desarrolla en esos lugares con menos controles y así surgen las nuevas variantes. Como ha dicho la Directora Alianza Africana para la Entrega de Vacunas, Ayoade Alakija: "Ómicron es el resultado inevitable de acaparar vacunas y abandonar África a su suerte".

La versión española de la teoría la ha firmado en el Congreso Fernando Lamata, presidente de honor de la Asociación de Acceso justo al Medicamento: "El apartheid vacunal es brutalmente injusto y además es suicida. ¿No nos damos cuenta de que no valdría de nada administrar tres o cuatro dosis en Madrid o Cataluña y no tener acceso a ninguna dosis en Aragón o Castilla-La Mancha?". Para que los pobres tuvieran también acceso a las vacunas, la OMS promovió hace casi dos años COVAX, una vía para que los ricos donasen vacunas a quien no puede pagarlas.

Las promesas fueron muy bonitas, pero no acaban de hacerse realidad. De cada diez vacunas prometidas, los donantes de momento sólo han entregado de verdad una. De 2.000 millones de dosis, les han dado 238 millones; no llega ni al 12%. Estados Unidos es el país que más vacunas había prometido: 800 millones, y el que más ha donado: 120. Pero no es el que más ha cumplido. Repasamos el ranking de países que más se han acercado a sus propias promesas.

En cabeza está Suecia, quienes más han respetado lo acordado: han donado casi la mitad de las dosis que había comprometido. Le siguen, de lejos, Noruega, Bélgica y Dinamarca, todos con al menos el 20% de la dosis prometidas ya entregadas. Japón ocupa el quinto lugar, con casi el 19%, y en el sexto lugar aparece España. Nosotros hemos donado el 16% de las vacunas que había prometido, algo más de ocho millones en total. Completan los primeros diez puestos Italia y Estados Unidos, Francia y Nueva Zelanda.

En la misma lista se pueden también apuntar el ranking de países que no han donado ni una sola de las dosis de las que prometieron al programa COVAX: Irlanda, Países Bajos o Emiratos Árabes Unidos. Un último detalle: Hay algunos casos de países que han donado vacunas, pero por vías diferentes a COVAX. Por ejemplo, China.