España mira a Castilla y León para ver si la extrema derecha entra por primera vez en un gobierno autonómico. Una decisión trascendental, y más teniendo en cuenta que desde Vox ya han puesto en el punto de mira las leyes autonómicas de Violencia de Género y de Memoria Histórica, y exigen, para empezar, una vicepresidencia del Ejecutivo.

Con esto, la negociación acaba de comenzar, y entramos en el tiempo de los faroles, las amenazas y los desprecios que suelen terminar en acuerdo. La aritmética empuja al PP a entenderse con Vox,pero es muy difícil saber con precisión qué quiere ralamente cada una de las formaciones. laSexta Clave analiza con el periodista José María Rivero todas las posibilidades que existen en la región para formar gobierno.

Lo primero es dirimir si Vox es la única opción del PP para investir a Alfonso Fernández Mañueco, y es importante para ver cuánto pueden apretar. Y sí, la formación de extrema derecha es necesaria para investir a Mañueco presidente a la primera, pues se necesita tener mayoría absoluta y la manera más fácil y natural de conseguirlo es con el apoyo de Vox, ya sea entrando en el Gobierno o alcanzando un acuerdo de programa.

Pero hay una segunda opción para que Fernández Mañueco salga presidente a la primera, y consiste en que el PSOE vote a favor del 'popular'. Esto también le daría mayoría absoluta con mucha holgura, 15 escaños más de lo necesario. No obstante, esta opción ya ha sido descartada por le Ejecutiva Federal del Partido Socialista.

Aun así, hay más caminos para que Mañueco sea presidente. También se puede lograr con más 'síes' que 'noes' en una segunda ronda de votación en la que solo es necesaria una mayoría simple. Para ello serían necesarios los votos del PP, de Soria ¡Ya!, UPL, Por Ávila y Ciudadanos, con los que suma 39 votos. Pero si Vox, PSOE y Unidas Podemos votasen 'no' también en esa ocasión, las cuentas no le darían.

La solución podría pasar entonces por una abstención de Vox. Si la extrema derecha se enfada con el PP, pero no tanto como para impedir que Gobierne; si el PP y VOX llegan a algún tipo de acuerdo que pase por su abstención, el PP puede gobernar. En este caso, Vox tendría que valorar hasta qué punto le merecería la pena repetir elecciones.

También le valdría con una abstención del PSOE, una propuesta que hoy ha puesto sobre la mesa alcalde de Valladolid y que Ferraz ha censurado.

Llegados a este punto, y si Vox y el Partido Popular no se ponen de acuerdo y nadie se abstiene, a los dos meses sin alcanzar un gobierno habría nuevas elecciones, que, teniendo en cuenta los plazos establecidos, podrían celebrarse sobre el mes de julio.