La compañía Novavax ha comunicado recientemente que no puede producir sus vacunas a pleno rendimiento. Planeaba hacerlo a mitad de año, pero ahora cree que no podrá hacerlo hasta finales de verano. De esta forma, la farmacéutica no podrá fabricar 150 millones de dosis al año. La razón: le faltan suministros. Un hecho que ha llevado al periodista Rodrígo Blázquez, presentador de laSexta Clave, a preguntarse: ¿está en peligro la producción de vacunas por la falta de materias primas?

Cuestión que ha explicado en el programa el periodista José María Rivero. Porque sí, hay cierta escasez de materias primas para fabricar las vacunas, y por tanto hay un temor claro a que haya fallos en el suministro en el futuro. Por dos motivos: el primero, que estamos fabricando miles de millones de dosis de las vacunas contra el coronavirus, y ni el planeta ni las capacidades de producción estaban preparadas para eso; el segundo, por el nacionalismo de un país en concreto: Estados Unidos.

El Gobierno del país norteamericano ha decidido implementar el plan conocido como 'Estados Unidos primero' (lo que ellos llaman el 'America first'). Eso significa que de EEUU no sale nada sin que antes se use para fabricar allí lo que necesitan. Por tanto, los demás países van detrás. Ese algo acaba llegando, sí, pero con tiempo de retraso, lo que no permite al resto acelerar o incrementar producciones, sino ir justos.

Pero Estados Unidos no es el único Estado que practica este 'protecionismo' alrededor del COVID-19. También lo ha llevado a cabo India. Esta misma semana, ha decidido que no sale para el mundo ningún ingrediente del Remdesivir, un medicamento que teóricamente funciona muy bien para evitar las hospitalizaciones a causa del coronavirus. En el país asiático están, por desgracia, aumentando los casos, y ante el temor a este crecimiento de los contagios y no tener suficiente Remdesivir, han decidido impedir que salgan dichos ingredientes.

Pero ¿a quién afecta este bloqueo de ingredientes? A farmacéuticas como Novavax, el Serum Institute Of India, uno de los principales fabricantes de vacunas del mundo, o Curevac, con la cual tenemos un contrato que en teoría podría proporcionarnos cerca de 400 millones de dosis (una cifra que ahora, según ha reconocido la compañía, es difícil de alcanzar por esta escasez de materias primas). ¿Y cuál es ese ingrediente, esa materia prima que necesitan y no les llegan? La respuesta: bolsas de plástico.

Quizá hayan oído hablar de que algunas vacunas se hacen con adenovirus, que se cultiva en los laboratorios. Pero hay que cultivar muchísimo para fabricar las vacunas, y eso se hace con una especie de tanque llamado biorreactor. Allí, el adenovirus y cualquier microorganismo va creciendo en miles de litros, que luego se filtran generando un concentrado que se mezcla con otros elementos, dándonos la vacuna. Ese producto se mete en los tanques con bolsas de plástico, pero no tenemos suficientes bolsas porque no estaban previstas.