El PP ha pactado con Vox el Gobierno de la Comunidad Valenciana. Y estos días se escucha una frase: en Europa las derechas no pactan con la ultra derecha. El problema es que no es cierto. En varios países han tenido gobiernos sustentados por la ultraderecha y con ministros de la ultraderecha. Es el caso de Rumanía, Hungría, Eslovaquia, Bulgaria, Estonia, Letonia, Finlandia, Italia y Austria. En estos tres últimos, en Finlandia, Italia y Austria, no es que tuvieran ministros ultras, es que llegaron a tener vicepresidentes ultras.
En otros lugares la ultraderecha ha apoyado a gobiernos liberales o conservadores sin entrar en el Gobierno. Sitios donde solo les apoyó en las investiduras. Ahí están los Países Bajos, Dinamarca y Suecia. Allí ahora mismo tienen un gobierno apoyado por la ultraderecha. Y ahí, como en los otros países, el apoyo no es gratis. Piden implantar sus medidas y sobre todo insisten en decisiones en contra de los inmigrantes. En la Italia de Meloni, la Polonia de Moravieski, la Hungría de Orban y hasta hace un año, también Eslovenia, los que mandan son los de extrema derecha.
Donde no hay ningún pacto de la derecha con la ultraderecha es en Francia y en Alemania. En Francia, su sistema electoral de doble vuelta limita el poder de los ultras. Y en Alemania no hay porque sus políticos tienen memoria. Recuerdan lo que significa que las ideas más extremas sean blanqueadas y acaben llegando al poder.
No es el único
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