Del debate a tres en RTVE, del que Feijóo se borró, queda el recuerdo de esa unión que dibujaron Yolanda Díaz y Pedro Sánchez. Sus alabanzas mutuas y guiños ante Abascal fueron constantes.
Este comportamiento tiene nombre: "Competencia virtuosa". Se trata de un tipo de rivalidad política definido y defendido por Íñigo Errejón. Lo inventó hace ya seis años y lo planteó como una manera de entender la lucha por el voto entre el PSOE y sus izquierdas, entre partidos que se necesitan para gobernar.
Esa "competición virtuosa" consiste en marcar el rumbo al rival y futuro socio de Gobierno, en apretar para que llegue más lejos en sus medidas y en pelear por los electores, pero siempre de forma amistosa.
En el debate en la televisión pública, donde más se hizo palpable esta estrategia fue cuando el líder del PSOE y la de Sumar hablaron de la vivienda y de los salarios.
Sobre lo primero, Sánchez defendió que habían aprobado "la primera ley de la democracia sobre la vivienda". Díaz estuvo de acuerdo, pero añadió: "Este tema es muy importante, pero convendrás conmigo que la Ley de Vivienda ha llegado tarde y ha llegado muy recortada".
En cuanto a los salarios, Díaz también apostaba por ir un paso más allá de las propuestas del PSOE: "Pedro, creo que hay que hacer más cosas", decía. "Hay que avanzar más. Tenemos que mejorar los salarios. No basta con decir que tenemos el 60% del salario medio en España". Sánchez aseguró que estaba de acuerdo en avanzar, "pero siempre con los pies en el suelo". "Yo los tengo, ¿eh, Pedro?"", contestó ella. Y rápidamente, Sánchez dijo: "Por supuesto, lo sé... Además, te conozco".
Estos dos fueron ejemplos claros de la estrategia de esa "competencia virtuosa" entre los dos líderes, que han asegurado que, si tienen la oportunidad, pactarán para formar gobierno.
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