La imagen de Trump ante la Corte neoyorquina será histórica, como lo es ya su imputación. Pero, ¿por qué se le juzga? ¿Qué le puede pasar?

A Trump no se le imputa por pagar 130.000 dólares a la actriz porno Stormy Daniels. Eso no es ilegal. Se le imputa por cómo se hicieron esos pagos. Fue su ex abogado el que pagó a la actriz y que luego Trump le devolvió el dinero. Pero esa devolución quedó registrada como honorarios legales en la contabilidad de la Organización Trump. Y puesto que se pagó un mes antes de las elecciones presidenciales esto podría ser una violación a las normas de la campaña. Trump ya en 2018 reconoció el pago pero dejó claro que fue de su dinero personal y que nada tiene que ver lo electoral. Pero ese es el motivo por el que está imputado.

Imputado, pero de momento. Una vez declare en la Corte será acusado formalmente y se le hará la lectura de cargos. Después vendrán las audiencias previas al juicio en las que ya Trump no aceptará su culpabilidad. Lo siguiente será ver si los cargos se desestiman o se celebra el juicio. Que de celebrarse podría tardar incluso un año en hacerse. El proceso podría alargarse hasta la campaña electoral.

Nadie sabe si Trump podría ir a la cárcel porque se desconocen los cargos que se le imputan. Hasta ahora solo se sabe que son una treintena. Sí que algunos medios estadounidenses aseguran que entre las decenas de delitos fiscales hay uno grave que sí llevaría cárcel. Pero hasta que se haga esa lectura formal, es una incógnita.

Y que haya juicio también es una incógnita. Los abogados de Trump van a intentar que no ocurra y lo van a hacer atacando con las nuevas declaraciones de testigos. Todos los implicados han hablado muchas veces y puede haber contradicciones en sus versiones. Trump intentará demandar a esos testigos. Eso sí, el futuro juidical puede empañarse por otro lado. Tiene cinco causas pendientes y hasta ahora los fiscales no se habían atrevido a avanzar. Algo que puede cambiar.

Si hablamos de política, en 2024 hay elecciones en Estados Unidos. Trump es el favorito para ganar las primarias del partido republicano. Pero su futuro no es un problema. Podría presentarse a las elecciones aunque fuese condenado. Allí está permitido. Es más, podría ser presidente de Estados Unidos aunque estuviera en la cárcel. Y en el caso de que ganase las elecciones antes de que se celebrase el juicio, ya no se celebraría porque el presidente de los Estados Unidos no puede ser procesado. Así que el caso se pararía. La ley no le impedirá seguir adelante en su carrera política.

Tampoco se lo van a impedir los suyos porque los republicanos cierran filas en torno a Trump. Decenas de cargos le han mostrado su apoyo públicamente. Y los votantes también. Se ha puesto en marcha una campaña de financiación en la que incluso venden camisetas, con la fecha de imputación de Trump. En un día han recaudado cuatro millones de dólares.