El futbolista Dani Alves, acusado agredir sexualmente a una joven en una discoteca de Barcelona, ha sido trasladado de la prisión de Brians 1 a la de Brians 2. ¿Son habituales este tipo de traslados? Lo cierto es que se trata de algo muy habitual con reos muy mediáticos y conocidos, que despiertan mayor interés entre los presos comunes. Para ellos hay 'módulos de respeto' donde suelen estar este tipo de presos: por ejemplo, en el de Soto del Real coincidieron Luis Bárcenas y Rodrigo Rato.

¿Por qué ha enviado la jueza al futbolista a prisión provisional, pero sin fianza? Tras valorar todas las pruebas, ha apreciado que existen indicios de un delito grave como es una agresión sexual y ha valorado también que hay riesgo de fuga, puesto que Alves vive en México y tiene la capacidad económica y los contactos para desplazarse y potencialmente sustraerse de la acción de la Justicia. Así pues, la magistrada ha acordado esta medida para evitar una huida y por la gravedad del delito, que está castigado con penas de cárcel.

¿Tiene opciones Alves de salir de la cárcel a corto plazo? Sus abogados ya están trabajando en el primer recurso contra ese auto de prisión, concretamente un recurso de reforma que tendrán que presentar ante la juea instructora número 15 de Barcelona, quien el pasado viernes ordenó su ingreso en prisión. Normalmente, los magistrados instructores suelen confirmar las resoluciones que hacen y no suelen rectificarse a sí mismos, pero la defensa de Dani Alves podría presentar un segundo recurso. En este caso, sería examinado por tres magistrados de la Audiencia Provincial de Barcelona. Es decir: todo se puede recurrir y Alves potencialmente podría salir de prisión con medidas cautelares.

¿Podría seguir en prisión provisional hasta que se celebre el juicio? La estancia de Alves en prisión podría estirarse por un máximo de dos años prorrogables otros dos. Cuatro años es el tiempo que se considera suficiente para realizar la investigación y practicar todas las diligencias necesarias, incluyendo los interrogatorios que pidan ambas partes. Sin embargo, tenemos un caso reciente de un juzgado de Lanzarote que no ha conseguido terminar la investigación en ese plazo y, como consecuencia, el presunto asesino de Romina Celeste ha sido puesto en libertad, ya que el juicio todavía no se ha celebrado y no se pueden exceder esos cuatro años de prisión preventiva.

Una vez llegado el juicio, ¿a qué delitos se enfrentaría Dani Alves? En principio, a un delito de agresión sexual. El tipo básico ahora mismo con la ley del 'solo sí es sí' está entre los cuatro y los 12 años de cárcel. Antes de esta norma, la pena mínima estaba en seis años, pero hay que tener en cuenta que si hay agravantes esa pena sube: si efectivamente ha habido violencia, como se relata en la denuncia, estaríamos en una horquilla penológica que iría desde los siete hasta los 15 años de prisión.

En la declaración de la víctima ante los Mossos, la joven relató que Alves la abofeteó y eso entraría en ese agravante de la violencia. Lo que dice la ley es que tiene que haber violencia de extrema gravedad o un trato degradante y vejatorio para la víctima. Si se diera por acreditada esa violencia o el trato degradante, podrían aplicarse esas agravantes y penas mayores.

En cualquier caso, la nueva ley del 'solo sí es sí' no cambia la forma de procesar a Alves: no se invierte en absoluto la carga de la prueba, lo que cambia con la nueva norma es que se pone el consentimiento en el centro. Antes, se ponía la violencia: si no había violencia era abuso y si la había, era agresión. Además, no solo se ha valorado la prueba coherente y persistente de la víctima, también las contradiccionesen las que ha incurrido el propio Alves y todo el acervo probatorio que hay: el atestado de los Mossos d'Esquadra, el parte de lesiones de la víctima, los vídeos, las declaraciones que recogieron los agentes... Con todas estas pruebas es cómo se ha dictado prisión provisional.

Por otra parte, tenemos información de que, si bien Alves eligió a una abogada mexicana, su familia está sondeando a un penalista para que lleve el caso: se trata de Andrés Maluenda, que ha defendido casos bastante mediáticos como el de Sandro Rosell.