El Partido Popular sale a la calle. Han convocado un acto de rechazo a la amnistía dos días antes de la investidura de Alberto Núñez Feijoo, que se celebrará los próximos 25 y 26 de septiembre. Rechazan una amnistía de la que el PSOE todavía no se ha pronunciado. Hacen una manifestación contra un Gobierno que aún no existe. ¿Por qué la hacen ahora? Puede tener que ver con un tuit de Isabel Díaz Ayuso en el que dice que: "ahí estaré", refiriéndose a la manifestación del próximo 8 de octubre de Societat Civil Catalana. A esa manifestación va Vox y el PP puede estar intentando liderar, y también controlar, la 'lista de invitados'. Organiza un "acto", no lo ha llamado manifestación, para decidir cómo y con quién se hace la foto. Lo hacen para que no les vuelva a pasar como en la famosa "foto de Colón. Una imagen en la que el único líder que continúa es Santiago Abascal.

Y todo ello, menos de 24 horas después de que el expresidente del Gobierno, José María Aznar, haya hecho un llamamiento a los votantes del Partido Popular para "plantar cara con toda determinación" ante una posible ley de amnistía. Una condición, la amnistía, que exigen los partidos independentistas catalanes a Pedro Sánchez para apoyarle en una posible investidura. Y que Aznar calificó como una "autodeterminación camuflada". Lo hizo el pasado martes, durante un acto de FAES en el que también aseguró que ningún Estado democrático acepta una amnistía que legitima una "intentona golpista". Y al grito de "¡basta ya!", apeló al espíritu de Ermua, tras comparar la situación actual con la vivida durante los años del terrorismo de ETA en España.

Todavía se desconoce el lugar en el que se llevará a cabo ese "gran acto". Pero Aznar utilizó ayer ese grito para llamar a la sociedad ha hacer "una movilización social" contra la amnistía. Y así volvió a marcar el camino del PP, a pesar de que desde partido digan que no, que la realización de esta marcha estaba pensada desde el lunes. Sin embargo, esta no es la primera vez que lo hace.

Aznar dejó de ser presidente del PP en octubre de 2004, pero no ha dejado de opinar sobre qué tenía que hacer su partido o criticar a los que heredaron su cargo. Desde la barrera, Aznar ha insistido en lo que él habría hecho. Y lo que más ha reprochado es la falta de contundencia. El primero en ser aleccionado fue Mariano Rajoy. En 2013 ya se encontraba en la Moncloa y Aznar le pidió que dejara de ser "simpático" y que empezara a tomar decisiones. Pero esta no fue la última vez que criticó a su sucesor. En 2015, le reclamó una "rectificación enérgica, creíble y suficiente para recuperar al electorado". Para Aznar, el PP en ese momento estaba sin rumbo y ante eso, los ciudadanos, decía, "no saben si el Partido Popular defiende la vida o el aborto, la unidad de España o la presencia de Bildu en las instituciones, las clases medias o la presión fiscal". También trató de aleccionarle en materia de economía. Le reclamó una reforma fiscal integral y subir el IVA.

Y en 2017, en pleno apogeo del Procés en Catalunya, le reclamó en un comunicado que pasara a la acción o que convocara elecciones: "Si no encontrara el ánimo para hacerlo o hubiera de reconocer su incapacidad, entonces debería otorgar a los españoles la posibilidad de decidir qué gobierno quieren". Y añadió que: "En Cataluña ha faltado política. Ha habido un déficit de política muy grande. Y cuando dejas un vacío así, el espacio lo ocupan otros".

Un año después, se marchó Rajoy, tras la moción de censura, y llegó Pablo Casado. Sin embargo, este tampoco pudo evitar que Aznar le dijera por donde ir. Le pidió que había que "unir el centro derecha, no fraccionarlo" y dar soluciones solidas. También fue contundente con Casado al afirmar que "los ciudadanos no tienen un referente fuerte en quien confiar" Y precisamente eso, referentes fuertes y decisiones contundentes, es lo que siempre ha reclamado Aznar a su partido. Ahora también sobre la amnistía, y de momento, parece que Feijoo, le ha hecho caso.