"Estas son las superplantas de Sorgo", muestra con orgullo Ana I. Caño-Delgado, investigadora del CSIC, a Emilio Doménech. "Con ellas se puede hacer pan... ¡y también cerveza!". Las investigaciones científicas de este grupo han conseguido obrar 'el milagro' de conseguir que resista a condiciones de extrema sequía.

El estudio ha sido complejo, pero satisfactorio. "Hemos identificado unos receptores que están en la membrana de las células y que son importantes para que la planta emita una señal en respuesta al estrés hídrico. Cuando no hay agua, lo primero que hace la planta es parar de crecer y en nuestro laboratorio, lo que hemos conseguido es desacoplar el proceso en el cual la planta es capaz de seguir creciendo en condiciones de sequía. La hemos engañado", explica de manera didáctica.

"Esto en la agricultura puede tener mucho impacto, porque puede permitir salvar una cosecha", asegura la científica. Este proceso nada tiene que ver con el que siguen los transgénicos, aclara. "Imagínate que has hecho un vídeo y el vídeo no tiene mucha luz. Para emitirlo, tendrías que aumentarla. Esos pequeños retoques serían la edición genómica. En cambio, si en ese vídeo introduces otra persona u otra escena, sería una 'fake news'", ejemplifica para el presentador.

La edición genómica se utiliza para mejorar los genes que la planta ya tiene y conferirle unas propiedades mejor adaptadas al cambio climático. "Ahora mismo, la sequía es el principal problema de la agricultura. Causa hasta el 60% de pérdidas a nivel mundial y el cultivo más afectado es el cereal".

Sin embargo, en la Unión Europea no se puede actualmente cultivar cereales editados genéticamente. "Siendo España un país muy penalizado por las elevadas temperaturas y las sequías y siendo un país agrario, creo que tenemos un rol importante y una responsabilidad enorme de entregar a la sociedad soluciones sostenibles, eficaces y también rentables".