Encontramos un auténtico tesoro para coleccionistas. El cromo del hombre más poderoso del fútbol español. El cromo del presidente cotiza al alza, costaría 50 ó 60 euros. Viajamos al País Vasco en busca de sus inicios. El responsable en España del deporte más poderoso del mundo es hijo de ferroviario, nace en este barrio obrero de Bilbao.

Crece con la vista puesta en el viejo San Mamés. Su primer objetivo. Lo consigue. Ficha por el Athletic de Bilbao. Juega de centrocampista. Un puesto reservado a los estrategas, a los que tienen visión de futuro. Entramos en un lugar donde le conocen muy bien. En Lezama entrena durante 10 años. Es día de puertas abiertas para el público y para los periodistas y les preguntamos por el presidente, aunque prefieren no opinar.

La conversación se frena en seco. Nos fijamos en un hombre. Los seguidores del Athletic se agolpan alrededor de él. Es José Ángel Iribar, compañero de equipo y amigo íntimo de Villar. "Ángel María era un jugador muy valioso para nuestro equipo. Era un hombre que era muy difícil que hiciera un mal pase, era muy seguro en el pase. No tenía excesiva profundidad pero aseguraba mucho la posesión de la pelota”, explica Iríbar. "Era muy seguro, yo creo que en su vida también fue dando pasos con mucha autoestima y seguridad. Él ya llegó con el apodo de "el chule", "el chuleta", sentencia.

Villar tiene carácter. "Él en un partido en San Mamés contra el Barca. Le tocaba marcarle a Cruyff que era un auténtico crack el número uno mundial. De pronto prácticamente sin estar el balón de por medio, pues Villar le propinó un puñetazo a Cruyff y éste se cayó al suelo y él mismo se autoexpulsó".

Es un jugador atípico. Que aspira a llegar muy alto. Villar se centra en su siguiente objetivo y consigue la presidencia del fútbol vasco.

Aquí encuentra los mayores apoyos. Trabaja sin descanso para conseguir alcanzar su próximo objetivo: la presidencia de la Federación Española de Fútbol. “Su capacidad le ha llevado a donde está. A ser presidente de la FEF y vicepresidente de FIFA igual. A mi todas esas cosas no me extraña y no descarto que pueda ser presidente de la FIFA o de la UEFA. No lo descarto. Porque la verdad sea dicha que, se lo merece”.