La única que se libra de la cárcel es la madre de Natalia. Pero la policía sospecha de madre e hija. La seguimos. Su rastro nos lleva hasta esta depuradora de mariscos. La nieta de Los Charlines llega a la misma depuradora que la justicia embargó a su familia cuando entran en la cárcel. Hoy, la depuradora sigue funcionando. La nieta de Manuel Charlín se hace con ella en una subasta casi sin competencia.
La familia intenta recomprar sus bienes y lo hace a través de la única hija del patriarca que no ha estado en la cárcel. Llegan a fingir una mala relación.
La policía imputa a la nieta de Manuel Charlín por presunto blanqueo de capitales. La familia Charlín, que aún debe 8 millones de euros en multas al Estado, conserva negocios ocultos fuera de Galicia.
Según la investigación, tienen en China una enorme depuradora de marisco. La familia intenta hacer negocio vendiendo su fábrica de mariscos china por 2 millones y medio de euros.
Según la policía, el patriarca lo controla todo desde la cárcel. Hasta este día. Sale en libertad tras cumplir 20 años en prisión. El narco es oficialmente, un jubilado sin blanca al que recoge uno de sus nietos. Le lleva hasta su casa en Vilanova de Arosa. Sólo aquí, la familia Charlín es dueña de 5.000 metros cuadrados parcelas.
Los agentes buscan el patrimonio oculto que supuestamente sirve a los Charlines para recomprar propiedades que la justicia había embargado a la familia. Un patrimonio valorado en 75 millones de euros. La justicia les bloquea 58 propiedades sospechosas. Y sigue el rastro del dinero que la familia Charlín guarda en el extranjero.
Los beneficios del tráfico de estupefacientes llegan hasta el corazón financiero de Europa, en Suiza. Aquí al amparo del secreto bancario nadie pregunta a los Charlines, ni a ningún narcotraficante de dónde han sacado el dinero. Es el mejor lugar para esconderlo.
El dinero de los Charlines es sólo parte de los 55.000 millones de euros españoles que se guardan en Suiza. Es la quinta parte de la cifra destinada este año a los Presupuestos Generales del Estado.
¿Por qué actuó así?
El sospechoso comportamiento del amigo de Antonio la tarde de su desaparición: "Estaba muy frío, no llamó hasta dos días después"
Manolo también mintió en su declaración y dijo que llevaba días sin ver a Antonio. Un hecho que despertó las sospechas de los investigadores: "Si una persona no tiene nada que ocultar no miente...".