La mayor trama funeraria de la historia afecta al principal grupo funerario de Castilla y León. Se saldó con la detención de toda la familia propietaria, los Morchón, y, según las estimaciones de un despacho de abogados que representa a un centenar de los afectados, en total a 6.048 personas "se les cambió el féretro sin su consentimiento y sin su autorización, así como los adornos florales que habían contratado para esos servicios funerarios".

Equipo de Investigación se desplaza hasta el crematorio donde incineraron a los familiares de muchos de ellos, donde nadie quiere hablar con el programa. No obstante, el equipo habla con una de las víctimas, cuyo padre falleció a los 63 años, en noviembre de 2011. "A mí me pareció como que nos metían prisa", cuenta sobre el momento de la incineración.

Asegura que ella no llegó a ver cómo el féretro entraba en el horno crematorio: "Nos mandaron irnos al tanatorio, donde habíamos estado al principio velando a mi padre, a recoger allí las cenizas, pero unas cuantas horas después", cuenta. Afirma que cuando supo de la noticia, tuvo claro que su padre era uno de los afectados: "Yo no vi el féretro en ningún momento entrar en la incineradora", incide. La mujer se emociona al explicar que su madre "lo ha llevado mucho peor, porque era su marido". "Te rompe", lamenta.