En menos de dos años, el fundador de Peluquerías Low Cost construyó un imperio de peluquerías baratas, pero las denuncias de trabajadores de sus franquicias le ponen contra las cuerdas. Equipo de Investigación habla con una de ellas, Maika, que tacha de "horrible" el año que estuvo trabajando allí: "A mí me ha llegado a afectar a mi salud mental", asegura.

La peluquera describe jornadas laborales de "50 y pico de horas a la semana" por un sueldo de 600 euros. "Un robo, tú solo estás aquí para trabajar… Muy rápido, sacar mucho dinerito y ya está, no me preocupo si tú descansas, si comes, si no comes", denuncia.

Asegura que las trabajadoras no tenían descanso alguno y que llegó a sufrir un desmayo. "No paras ni para comer", afirma Maika, que detalla sus largas jornadas laborales: "Me parece como una esclavitud, que suena fuerte decirlo, pero es así, no creo que sea humano", sentencia. Puedes escuchar su testimonio en el vídeo que ilustra estas líneas.