Durante las Fallas de Valencia se consumen más de 200.000 litros de aceite de girasol. Hasta 115 puestos de frituras invaden las calles. Sin embargo, tras dos años de parón por la pandemia, churreros y buñoleros vuelven a encontrarse en una situación complicada. "¡Estamos haciendo los buñuelos con lingotes de oro!", expresa una mujer, quien cuenta que están "sin aceite". "Las hemos pasado canutas para poder tener una garrafa", expresa.

"Si te quedas sin aceite, tienes que cerrar el chiringuito porque no te sirven más", manifiesta otra. Con motivo del desabastecimiento, el precio del buñuelo ha subido a más del doble. En la anterior edición de las fallas, se vendía a 40 céntimos, mientras que ahora cuesta un euro cada uno. En el vídeo principal que acompaña a esta noticia, churreros y buñoleros denuncian que están al límite.