La campaña electoral llega en un momento de inestabilidad política en España. La condena a los líderes independentistas desencadenó una oleada de protestas frenéticas en la que también se pudo ver violencia en las calles.

El hecho de que sean las cuartas elecciones que vive España en cuatro años provoca la desesperación de miles de votantes que, presumiblemente, optarán por no acudir a las urnas en esta ocasión.

Sin saber muy bien cuál será el alcance de todos estos hechos, a ellos se une la exhumación del dictador Franco. Un proceso lleno de trabas e impedimentos que finalmente fue efectuado una semana antes del comienzo de campaña.

Por todo ello, la campaña electoral, la más corta de nuestra democracia, se muestra más intensa y variada que nunca. El Mar Menor se muere, la desaceleración económica se acerca y la mujeres siguen siendo asesinadas; sin contar el resto de problemas que atañan a la sociedad diariamente, y que la hacen gritar 'basta'.

Errejón aparece en el escenario político con ánimo de consenso, y el PSOE anuncia que "ahora sí", aunque Pablo Iglesias no sabe si ese 'sí' podría ser a Rivera o a Casado. Todas las encuestas vaticinan la reafirmación de la posición de la formación de Sánchez, mientras Ciudadanos se desploma y Vox se sitúa como tercera fuera política.

Pero lo único cierto es que una campaña con canciones y animales incluidos continúa, y los ciudadanos aún tienen tiempo para decidir qué elegir en las urnas el próximo 10 de noviembre.