El jueves, en prime time, laSexta emite una nueva entrega de EL JEFE INFILTRADO. Borja Domínguez, propietario y cofundador de la cadena de comida Wogaboo, se infiltra en su empresa para conocer, de primera mano, cómo funciona el negocio. Su objetivo: comprobar si en sus locales se sigue la filosofía del “Fun Eating”, base de su estrategia de negocio que consiste en instalar el “buen rollo” en el servicio, y conocer más de cerca a sus empleados.
Su primer empleo será de barman en uno de los locales de Wogaboo, donde una de las encargadas le enseñará todos los secretos de los cócteles del local y donde confirma que existe cierto despilfarro a la hora de servir las bebidas por no seguir los procedimientos de medición de la empresa.
Borja también ejercerá de camarero de sala, sin embargo no le resultará sencillo. En sólo unas horas el jefe provoca el caos entre los comensales al dejar caer una bandeja de bebidas sobre una mesa completa de clientes y asiste a un desastroso servicio de cenas en el que los clientes abandonan el restaurante sin pagar al no ser atendidos. Además, como camarero descubrirá que los empleados desconocen la filosofía del “Fun eating” y sólo la consideran un letrero promocional pegado en una pared. Aunque sin duda uno de los momentos más tensos los vivirá como ayudante de cocina, donde descubre que en algunos restaurantes se saltan los protocolos marcados por la central a la hora de elaborar las salsas.
En otro de sus trabajos, comprobará que las apariencias engañan, cuando conozca a una jefa de sala que tras cierta brusquedad inicial esconde la dura historia de una mujer que lucha contra una difícil enfermedad. Durante su experiencia, Borja Domínguez también quiere comprobar que su nueva marca “MAD” también cumple los protocolos y queda gratamente sorprendido con uno de sus empleados más jóvenes, que le da una lección de vida y le aconseja ser más humilde en el trabajo.
Además, será despedido por uno de sus empleados al considerar que no reúne las capacidades necesarias para el puesto y que su actitud no pertenece a la de “la familia Wogaboo”.
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