El cambio de Josema Yuste supone un reto aún mayor para el equipo de estilismo, que debe borrar los rasgos del conocido actor. El nuevo jefe infiltrado se muestra nervioso ante el cambio: "he sido caracterizado muchas veces pero en este caso no sé ni qué personaje voy a hacer".

Josema será Tomy del Olmo, un empresario jubilado que quiere cumplir su sueño de juventud de montar una compañía teatral. El actor no se reconoce en su personaje: "no me veo con la barriga, siempre he sido delgado".

Su familia tampoco le reconoce y no pueden contener la risa cuando Josema aparece. María José, su mujer, es la más sorprendida: "Qué horror, me ha dado un poco de grima".