Laia Palau es capitana de la Selección Española femenina de Baloncesto, donde lleva 17 años; subcampeona del mundo en 2014; y subcampeona olímpica en 2016. En toda su carrera acumula un total de 12 medallas. Una más que Paul Gasol.

Entrevistada por Sandra Sabatés en 'Mujer tenía que ser', la baloncestista explica que no fue hasta hace poco que se dio cuenta de que era una deportista profesional, por culpa de la etiqueta de 'amateur' que arrastra el deporte femenino. "Fue en el momento en el que me fui de España para jugar, lo dejé todo para dedicarme solo a jugar al baloncesto".

En ese momento, "no tenía referentes", dice, y ahora ella se ha convertido en uno para todas las chicas jóvenes que quieran ser deportistas o baloncestistas. Aunque bromea y se dice sorprendida de que haya chicas jóvenes que quieran ser como ella: "Podría ser su madre. Soy un referente un poco peculiar, pero me gusta porque se rompen muchos tópicos. Permanecer en este mundo durante tantos años no es fácil".

¿Qué destacaría de la Selección Española femenina?

Palau cree que la mejor característica de la Selección Española de Baloncesto femenino es "la resistencia, seguir queriendo más y queriendo ganar". "Somos un grupo muy humilde y, aunque hayamos ganado este oro, a la próxima cita sabemos que no iremos como favoritas. El miedo nos hace más fuertes", reconoce la deportista.

Seis de las doce mujeres que forman parte de la Selección están jugando en clubes fuera de España. La entrevistada cree que todo empezó con la crisis: "Todo funciona según el dinero, invertir en el baloncesto femenino no es una prioridad".

Así, explica que las jugadoras que estaban en primer nivel tuvieron que ir a Europa a buscarse la vida en clubes que les ofrecieran buenos proyectos deportivos.

Las diferencias económicas entre ellas y ellos, todavía presentes

Rudy Fernández cobra lo mismo que Laila Palau por hacer de capitanes de sus respectivos equipos (masculino y femenino) con la Selección. Los salarios se han equiparado en la Federación, algo que considera "bastante interesante" y asegura que ha quedado probado que es un cambio que funciona más allá del baloncesto. "Están haciendo un cambio social".

Sin embargo, fuera de la Federación, los sueldos están muy desproporcionados. "Rudy debe de cobrar unas 30 veces más que yo. Haciendo el mismo trabajo, no cobramos lo mismo", denuncia. Aunque reconocer que "lo que genera Rudy no es lo mismo" que lo que genera ella: "Al final el público es el que decide lo que es importante".

"Si se valorase el deporte por el esfuerzo y por los límites que supera el deportista y no por el glamour, el baremo para todos sería el mismo", sentencia. Un ejemplo de cómo no se pone en valor a las mujeres está en la dificultad de poder comprar una camiseta de la selección femenina: "Nos las piden, pero no las hay. En las tiendas no existen, hay que pedirlas".

"Sin éxitos no hubiésemos sido portada"

Laia Palau cree que la clave para entender por qué ahora se apoya más al baloncesto femenino está en que no han dejado de ganar: "No hemos dejado de ganar. Sin los éxitos que hemos tenido no hubiésemos salido en portadas ni hubiésemos acaparado las miradas", asegura.

Y reclama más apoyo para las mujeres: "Tienen que apoyar el deporte femenino. Con poco, la base ya está puesta, vamos a hacer el mismo trabajo independientemente de lo que paguen".

Por último, añade que todavía hay mucha gente que "no sabe que hay unas mujeres que se dedican a ser deportistas, cobran más o menos, pero viven de esto".