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Mikel Herrán sugiere a Trump poner "leyes creativas para estimular el comercio local" en lugar de aranceles

El historiador visitaba El Intermedio para mostrar que el presidente estadounidense no ha sido el primero que ha intentado mejorar la economía de su país a través de los aranceles.

El historiador visitaba El Intermedio para mostrar que el presidente estadounidense no ha sido el primero que ha intentado mejorar la economía de su país a través de los aranceles.

El Intermedio recupera esta entrega de 'Está todo inventado', la sección del historiador Mikel Herrán. En esta ocasión, Mikel hablaba sobre los aranceles. Aunque estas tarifas han copado titulares por culpa de Donald Trump, no es el primer mandatario en recurrir a las mismas.

Como exponía el historiador, en algunas épocas el proteccionismo fue "mucho más exagerado". Mikel ponía como ejemplo la época del mercantilismo, en los siglos XVI, XVII y XVIII, cuando en Europa empezaron a surgir imperios en otras partes del mundo y los reyes se convirtieron en reyes absolutos.

Mikel Herrán proponía a Trump "poner leyes creativas para estimular el comercio local". El historiador contaba que Isabel I de Inglaterra, "obligó a todos los varones de más de seis años a llevar un gorro de lana los domingos" y, de esta manera, pretendía estimular la industria de la lana.

En España se hizo algo parecido pero con el abanico. "Carlos II veía que la gente compraba, sobre todo, abanicos italianos y franceses. Esto no le parecía bien y puso limitaciones a las importaciones". Además, como explicaba Herrán, trajo un maestro abaniquero, desde Italia, para descubrir los secretos del oficio.

Pero, como señalaba el historiador, "esto de poner aranceles puede no ser una buena idea". Esto, como indicaba, era algo que EEUU debía saber. Hace 100 años, subieron los aranceles "sin ton ni son" a través de la llamada 'Smoot-Hawley Tariff Act'.

"Esta ley se implementó para intentar paliar los efectos del crack de la bolsa del 29, que había provocado la gran depresión", indica 'PutoMikel'. Esto solo empeoró el problema ya que, como indica el historiador, provocó una nueva caía de la bolsa.

En respuesta a esas tarifas, otros países propusieron sus propios aranceles y, además, más de 30 países respondieron con boicots o limitaciones al comercio. "Se calcula que las exportaciones de EEUU cayeron alrededor de un tercio", indica Herrán.

Antes de aprobar la ley, más de 1.000 economistas enviaron una petición al presidente Hoover que la vetara pero este, "decidió no hacer caso". "Hoy en día, mucho expertos consideran a esa ley arancelaria una de las causas de que la gran depresión se alargase en el tiempo", añade Mikel.

Cuando la ley fue derogada, el comercio volvió a subir y mejoró la situación económica de EEUU. Herrán sugiere a Trump que si sus aranceles no funciona, "siempre puede obligar a la gente a usar gorros o empezar una industria del abanico".

(*) Desde laSexta.com estamos recuperando los mejores momentos de la hemeroteca de El Intermedio.