La familia de Tomás Fernández Díaz es una de las 93 que se encuentran en la situación de tener que abandonar sus casas en apenas dos meses. Él habita en un piso del Plan Permuta, en Alcorcón, por el que se les facilitaban viviendas adaptadas a personas con movilidad reducida, a cambio de ceder sus pisos originales.

Asegura que se encuentra muy afectado por la situación: "No duermo más de tres horas. Esto es como darnos la puntilla para que vayamos todos a la caja grande".

En el pasado mes de abril se enteró de que o vendía el piso que tiene en escrituras (donde vivía antes) y compraba el piso "permutado" (en el que vive ahora) o debía de irse a la calle. "Tengo una pensión de 800 euros al mes y tendría que dar 60.000 euros más. Me dicen que mis hijos me ayuden, y casi que tengo que ayudarlos a ellos", explica Fernández.

El piso en el que él vivía y que cedió para que sacasen beneficio económico a cambio de rebajarle el alquiler de su piso adaptado, no ha sido alquilado "por dejadez de funciones", indica. Asegura que si al final no hay una situación dormirá "pegado a las Cortes, debajo de los leones, o en el Ayuntamiento", a modo de protesta.

Fernández no contempla volver a la casa en la que vivía: "Me he comprado una silla de ruedas que no puedo subirla a un segundo piso, ¿cómo hago para bajar a la calle?". Y reivindica la gestión que se ha hecho desde el Ayuntamiento: "No le puedes decir a una persona que va a ganar en calidad de vida y que jueguen conmigo como un muñeco".

"¿Qué han hecho los señores concejales por no defender al pueblo?, ¿por qué no se han preocupado de las 93 familias?", reclama Fernández, que plantea la solución: "Que sigan con el Plan Permuta, ¿qué vamos a durar, ocho años de vida?, que sigan cobrando nuestros alquileres y cuando muramos les damos el piso, que es lo que tenemos firmado".