Tosca, una cobaya hembra de 3 años, lleva unos días sin comer y, además, tiene el abdomen hinchado. Tras realizarle un examen ecográfico, se confirma que Tosca padece de quistes en ambos ovarios de 4,5 y 5,6 centímetros.

Aunque un quiste no en un principio tiene malignidad, ya que “simplemente” es una bolsa llena de líquido, éstos causan presión sobre otros órganos e incluso dolor.

Javi Fernández nos explica que, para resolver este problema, se debe drenar estos quistes en primer lugar en la mayoría de las ocasiones para luego extirparlos mediante cirugía.

En el caso de Tosca, se retirarán los ovarios. A diferencia de otros animales en los que se accede a éstos por el abdomen, en cobayas se realiza por la parte dorsal ya que los ovarios están pegados a la columna.