La emoción está a flor de piel en esta entrega de El camino a casa aunque Ana Peleteiro es dura de roer y no suelta ni una lágrima. Sin embargo, la alegría rebosa por todos los poros de su piel, sobre todo cuando se reencuentra, al salir de la mítica juguetería de Ribeiro donde tantas horas pasaba cuando era niña, con su mejor amiga de la infancia: María.
Ambas se funden en un emotivo abrazo nada más verse. María toca la tripa de su amiga, embarazada de 32 semanas. "Somos dos ahora. No había poco con una, ahora hay dos", bromea la atleta. Tras este bonito momento, Peleteiro pasa a las presentaciones.
"Esta es la famosa María, la robanovios", le dice a Albert Espinosa. "Oye, ¿tú le robaste un novio?", pregunta con curiosidad el presentador del programa. "¡No!", exclaman las dos al unísono. "No, porque no le hacía ni caso ella", puntualiza Ana. "Me gustaba a mí, pero a él le gustaba ella y a ella no le gustaba él", explica.
"Ella es guapa desde pequeña, yo me puse guapa después", le cuenta a Espinosa. "Estábamos todas las tardes juntas. Yo tengo un recuerdo muy bonito. Jugando, haciendo los deberes...", narra María. Ella era una de las destinatarias de algunos de los famosos bocadillos de lacón de la madre de la deportista.
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Peleteiro le enseña con orgullo la carpeta que le ha regalado Espinosa. "¿No me representa? Y mira, Zac Efron, tía. Ahora me gustan más morenitos, pero bueno. Cambié un poco de gustos pero no está mal".
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"Ya tenías madera de escritor": Melchor, antiguo profesor de Máximo Huerta, le recuerda los cuentos que escribía de niño
El escritor llega al colegio que le vio crecer con un nudo en el pecho y Albert le tiene una sorpresa preparada. "Hay profes y maestros", le comenta Máximo al presentador, al cruzar la puerta del aula se reencontrará con su maestro.