"La cerradura que vemos en las imágenes es la que tienen el 80% de los hogares en España. Es decir, una cerradura convencional", explica Alba Sánchez. Los expertos aseguran que es muy fácil abrirla con un destornillador o ejercer presión para hacerla saltar.

"A partir de ahora, lo que recomiendan es que, para evitar robos, las cambiemos por una cerradura de alta seguridad", informa la periodista. Aunque sean bastante más caras (cuestan más de 200 euros y en algunos casos pueden llegar a miles de euros) son mucho más difíciles de manipular.

Algunos aruser@s han podido comprobar en primera persona que, efectivamente, se abren con mucha facilidad. "Me dejé las llaves un día y llegó el cerrajero y me cobró 300 euros por pasar la radiografía. Me quedé con una cara de idiota...", admite David Broc. Sebas Maspons apunta a la solución de dejar las llaves puestas por dentro, pero ojo, porque depende de los tipos de cerradura, podemos incluso estar facilitándoles el trabajo a los ladrones.