Una pareja quiere hacer una boda muy íntima, para 40 invitados, pero los padres de ambos se oponen por completo a esta decisión de sus hijos, que consideran "una ofensa". "El tema es que ni siquiera conozco a toda esa gente que mi madre y mi suegra dicen que debo incluir en la lista de invitados", cuenta la novia (@merinsstories) en este vídeo viral que emite Aruser@s.

De 40, la boda pasaba entonces a 300 invitados, algo que los novios no ven de recibo y, precisamente por ello, les han pasado el recibo a sus padres. "Hicimos cuentas y les dijimos que cada set de padres tendría que contribuir con 14.000 dólares para cubrir los gastos de sus invitados", explica.

Pero la parte más radical está aún por llegar. "Les dijimos que queríamos el dinero por adelantado y que les entregaríamos las invitaciones adicionales cuando el dinero estuviera en nuestras cuentas".

El debate está servido en las redes sociales, y también en Aruser@s. "Tengo una pregunta: los regalos de estos invitados extra, el dinerito, ¿va a los padres o a los novios?", se pregunta Patricia Benítez. "Si los padres pagan, los padres recaudan", responde Alfonso Arús. Por su parte, Rocío Cano defiende que hay que poner límites a la familia y no permitir que se invite a personas que no son conocidas o que no se quiere que estén allí presentes.

"Cómo se nota que no te has casado", le espeta el presentador. "Pues cuando me case yo te digo que iremos los justitos", asegura ella, pero el jefe sigue sin verlo claro. "Tú puedes invitar a quien quieras, que si tus padres o tus suegros tienen primos, tíos o familiares en el pueblo y se empecinan en que tienen que acudir, acudirán", le advierte. "Te digo una cosa, si yo te digo que no, es que no", insiste la colaboradora.