Las mascarillas se han convertido en un elemento de protección obligatorio debido a la pandemia por coronavirus para evitar el contagio y la propagación del virus. Sin embargo, su uso provoca ciertas incomodidades al respirar o al hablar. Por ello, ha nacido un molde de silicona que hace que su utilización sea mucho más llevadera.

Montse Vidal cuenta en Arser@s en qué consiste este revolucionario invento que acaba con las rozaduras y otras incomodidades como que se te empañen las gafas, que se te estropee el maquillaje, que te salgan esos incómodos granos o que se te mueva la mascarilla.

Se trata de un molde de silicona que se coloca adherido a la piel y que crea una cámara de aire entre la nariz, la boca y la mascarilla para que se vaya ventilando esa zona. "Por supuesto hay que tenerlo bien colocado para que no pierda efectividad ya que se trata de facilitar su uso", señala Vidal.

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