Dos trabajadoras han sido pilladas in fraganti por las cámaras de videovigilancia que los responsables del negocio en el que trabajan colocaron sin avisar. Además de llevarse ellas una sorpresa al descubrir estas cámaras, sus empleadores también se llevaron una sorpresa al comprobar que las empleadas dedicaban su jornada laboral a hacer de todo menos trabajar.

Las cámaras las grabaron planchándose el pelo, viendo series o incluso descansando tumbadas en el suelo del local. Fue precisamente en uno de estos momento en el que las dos se encontraban bocarriba en el suelo cuando se percataron de la instalación de estas cámaras. Ambas reaccionaron rápidamente intentando mantener la compostura y fingir que trabajaban, aunque ya era tarde, porque sus actos habían quedado registrados.