"Pasado el fin de semana volvemos a la redacción y empiezan todos los teléfonos a sonar un montón de llamadas", recuerda Giorgio Aresu, director y productor de 'Sorpresa, sorpresa', que explica cómo se enteró de que toda España estaba hablando de la supuesta fallida sorpresa que iba a dar Ricky Martin a una niña. "Fue un lunes negro, nos llamaron los directivos", explica el director sobre como los propios directivos de la cadena le pedían explicaciones de algo que no había existido.

"Recibí una llamada el lunes por la mañana de Hermida diciéndome que cómo hago eso, que cómo se me ocurre hacer eso", explica el director. "Muchos fax, muchas llamadas de periodistas, de personas de la calle que lo habían visto, que juraban y juraban que lo habían visto, lo había visto el vecino, lo había visto su amiga..." recuerda Mar Bobín, ayudante de redacción de 'Sorpresa, sorpresa'.

Aunque nadie del equipo sabía de qué le estaban hablando, la insistencia de toda España en que habían visto la escena fue tal, que hasta el propio equipo de 'Sorpresa, sorpresa' comenzó a dudar y su director tuvo que pedir la cinta de cuatro horas de grabación, con la publicidad incluida, para volver a ver el programa y saber de qué estaba hablando todo el mundo.

El bulo que se contaba sobre 'Sorpresa, sorpresa' era el siguiente: se decía que el programa había entrado en la casa de una adolescente, que era muy fan de Ricky Martin, y que habían metido al cantante dentro del armario. Decían que la chica tenía la casa trufada de cámaras ocultas sin saberlo y que se untó de mermelada su entrepierna y llamó a su perro, quien comenzó a lamerla. Una historia que nunca ocurrió, pero que toda España afirmó que existió y muchos, incluso, aseguraron que la habían visto.