A medida que pasaban las horas el número de víctimas mortales por la catástrofe del camping Las Nieves, en Biescas, iba aumentando. El recuento final de víctimas mortales, sin embargo, no se cerró hasta once meses después de la riada, cuando se encontró el último cadáver. El balance final fue de 87 muertos. Emilio Lledó era técnico de Protección Civil en aquellas fechas y participó en el dispositivo de ayuda.

"No nos olvidemos de que 87 fallecidos en una inundación, en un lugar donde no debería haber estado -el camping-... es un poco impensable", lamenta. Lledó se muestra rotundo al afirmar que "esto no debería haber pasado nunca". Por otra parte, Elena Melero, abogada de diez víctimas de estos hechos, explica cómo conoció a Sergio Murillo, superviviente de la catástrofe que perdió a toda su familia aquella tarde de 7 de agosto. "Tiene la edad de un hijo mío, lo vi vestido de negro, y me dio tanta pena...", expresa la mujer, quien lo recuerda como un chico tímido y callado al que le pidió, de cara al proceso judicial, su "fuerza y rabia".