En la tragedia ocurrida en el pabellón del Madrid Arena el 31 de octubre de 2012 se celebraba una macrofiesta con motivo de Halloween. En ella, pinchaba el DJ Steve Aoki, una estrella de la música electrónica. "El recinto se abría a las diez de la noche y empezaba a entrar gente a partir de las diez de la noche", explica ABOGADO, que destaca que "lo que ocurre es que la gente hace una macroconcentración en el lago de miles de personas" porque "todos esperaban a las dos, dos y pico, porque Steve Aoki salía a las tres", explica Abdón Núñez, el abogado de la familia de Belén Langdon, una de las fallecidas en la avalancha mortal del Madrid Arena.

En ese momento comenzó el peligro que terminó una hora más tarde con una avalancha mortal en la que fallecieron cinco jóvenes. "El momento crítico de la noche es a partir de las dos y diez, dos y cuarto de la noche", detalla el abogado, que es cuando comienza a entrar de golpe la gente del macrobotellón en un momento en el que ya había sobre 7.000 ó 9.000 personas en el pabellón.

"A las 2:20 horas había ya una saturación tan grande en la pista que hay una primera avalancha en el túnel donde luego acontecieron los hechos", explica el abogado, que destaca que "después se fueron desarrollando hasta seis avalanchas seguidas hasta llegar a la fatal". "En unos 28 minutos entraron unas 2.500 personas y llegó un momento en el que ya no podían entrar", detalla el abogado, que explica que "en las cámaras se ve que la gente ya retrocede y va buscando otra entrada" diferente a la del portón de mercancías porque "era imposible acceder a la pista central".

A las 03:00 horas ya hay un problema muy serio con el aforo "porque en esos momentos la autorización, que era de 7.000 personas, lo que hace es triplicarse, porque hay 22.000 personas", explica José Luis, experto en seguridad y analista de riesgos, que asegura que "de acuerdo con la aplicación de la normativa, en donde debiera haber un máximo de cuatro personas por metro cuadrado, lo que hay son 12 personas por metro cuadrado".