Hasta mayo de este año hay 17.000 personas menos atendidas. Es decir, cada cuarto de hora se deja de atender a un dependiente. El Gobierno parece que no acierta al decir que se atiende a más gente que cuando llegó al gobierno.

Diciembre de 2011, 738.587 atendidas, ahora, 736.777, consecuencia clara de la paralización de las ayudas. La financiación del Estado no llega, es insuficiente según denuncia el observatorio que aporta el 19% cuando debería ser el 50%.

La caída de los fondos es clara. Bajan los fondos pero aumenta el copago. Presumir de que las listas de espera se han reducido tiene trampa. Es cierto, hay menos espera, pero porque primero los que fallecen no son sustituidos.

70.000 personas mueren al año esperando su ayuda. Y hay otra razón. Reducir el grado de dependencia, a más alto, más ayudas. El tercer grado se ha reducido en picado.Un panorama alarmante que, denuncian, es insostenible.