El Ejército ucraniano ha hecho uso por primera vez del permiso recibido de EEUU y otros aliados occidentales para utilizar el armamento que le envían contra ciertos objetivos militares situados dentro de Rusia destruyendo con un HIMARS de fabricación estadounidense un sistema antiaéreo desplegado en el óblast ruso de Bélgorod.
Yago Rodríguez ha indicado que esto supone un salto en este conflicto, destacando que Ucrania va a poder utilizar artillería de largo alcance en el interior de las defensas rusas. "Implica que ahora tiene la capacidad de golpear la retaguardia profunda del ejército ruso", ha señalado.
Por tanto, ha explicado que ahora será difícil para Rusia acumular fuerzas para "lanzar una ofensiva sobre el territorio ucraniano desde el propio territorio ruso".
Una situación que ha aclarado que puede suponer una mayor escalada del conflicto. "Aumenta el riesgo de un error de cálculo", ha aclarado el experto en política internacional.