El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación ha asegurado en Al Rojo Vivo que el sector de la Agricultura ha pedido una serie de 10 puntos concretos en los que el Gobierno tendrá que trabajar con ellos, si bien ha señalado también la responsabilidad de las comunidades autónomas y de la Unión Europea en estas materias.

En este sentido, ha recalcado las ayudas del Gobierno de España al sector y ha dirigido la mirada hacia Bruselas: "Si la Comisión Europea hubiera convocado antes ese diálogo estructurado hace cuatro años, no estaríamos aquí".

Así se ha pronunciado tras la reunión que ha mantenido con los agricultores ante la amenaza de protestas en el sector con la petición de ayudas a la sequía y el control de las exportaciones como asuntos centrales.

De este modo, el ministro no se ha pronunciado sobre si continuarán adelante con las protestas, si bien ha lamentado que existe "un efecto contagio": "Por una parte las organizaciones con las que me he reunido hoy en el Ministerio tienen unas movilizaciones anunciadas por muchos temas que no son nacionales, sino también autonómicos, y las van a llevar a cabo. Por otra parte hay un grupo de organizaciones que quieren aprovechar el tirón para llevar a cabo protestas que poco tienen que ver con el campo".

Ha criticado, en esta línea, las declaraciones del presidente de la ASAJA, que afirmaba que existía un "medioambientalismo absurdo": "Creo que lo que se quiere expresar es un sentimiento muy personal en este caso de este dirigente agrario. El problema no son los agricultores, son las emisiones a la atmósfera que tenemos que reducir. Creo que va a sufrir, entonces realmente creo que es por una parte luchar contra el cambio climático pero hacerlo de forma que nos permita seguir produciendo de cara al futuro".

El Ministerio de Agricultura se ha reunido este viernes con las organizaciones profesionales agrarias mayoritarias -COAG, ASAJA y UPA- en un intento de frenar las protestas planteadas para las próximas semanas. Los agricultores españoles piden soluciones "inmediatas" para abordar los problemas del sector en todo aquello relacionado con las consecuencias de la sequía y la Guerra en Ucrania, precios y costes de producción, simplificación y flexibilidad de la Política Agraria Común (PAC), sectores ganaderos y cuestiones laborales y de Seguridad Social.

Y no son los únicos que reivindican cambios. Lo cierto es que el campo europeo ha estallado en cólera. Agricultores de Francia, Portugal o Bélgica están mostrando su malestar con el tratamiento de las instituciones al sector. Este mismo jueves, unos 1.300 tractores colapsaron el centro de Bruselas provocando más de 230 kilómetros de retenciones. Imagen que se repetía en la Península. Un grupo de agricultores portugueses cortó a primera hora de este jueves la autopista A6 en las inmediaciones de la frontera con España, cerca de Badajoz.