A una hidroeléctrica un megavatio hora le cuesta 5 euros. ¿Cómo se puede vender a 110?. Es la pregunta que está sobre la mesa en unas semanas en las que el precio de la luz está disparado y mientras el Gobierno intenta mitigar sus efectos sobre la ciudanía.

Natalia Fabra, catedrática de Economía, responde en Al Rojo Vivo. "No tiene ninguna lógica", dice. No pagan por el agua que utilizan para producir la electricidad y cuentan además con ayudas. "Estamos hablando de centrales que utilizan un recurso público que es de todos como es el agua, con concesiones por las que no pagan el valor de lo que realmente están explotando y que están vendiendo su producción a precios que multiplican sus propios costes por 20", señala.

Así, la catedrática pone el foco sobre lo más sangrante de esta situación. "Y lo que es peor, lo están haciendo en la producción de un bien esencial para las familias y que es un factor de producción para las empresas", explica la experta.

Esto quiere decir que ese precio excesivo "lo estamos pagando no solo cuando estamos comprando la electricidad, sino también cuando estamos comprando el pan, comprando acero, contratando servicios de transporte… Todo lo que consumimos en la economía contiene electricidad. Los efectos sistémicos que tiene ese encarecimiento injustificado del precio de la electricidad son muy graves".