El secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, insiste en la implementación de un veto parental en Madrid, que su formación exige como condición para apoyar los presupuestos autonómicos en la Asamblea. Ello, a pesar de que la presidenta, la popular Isabel Díaz Ayuso, haya negado que exista "ni una sola denuncia por adoctrinamiento" en las escuelas madrileñas.
"Si no hay ninguna queja, señora Ayuso, no tiene usted que tener usted ningún problema, nadie va a utilizar el pin", le ha respondido el dirigente de extrema derecha, que ha defendido esta censura educativa como "una salvaguarda" o "flotador": "Que no hay marea en Madrid, pues no lo utilice". "Si ningún padre de Madrid considera que a su hijo le están adoctrinando, pues no va a hacer uso del pin", ha insistido.
"Usted informa a los padres de cuáles son las actividades y como dice usted que ningún padre en Madrid le van a parecer mal esas actividades, pues ninguno va a ejercer el derecho de decir 'a mi hijo le saco de esa actividad'", ha reiterado Ortega Smith, que ha insistido en la "información previa" acerca de las actividades, a pesar que que estas ya pasan por el Consejo Escolar, en el que están representados los padres de los alumnos, como ha recordado el juez emérito del Supremo José Antonio Martín Pallín.
El concejal de Vox en el Ayuntamiento de la capital, que ha tachado de "liberticidas" a quienes se oponen a esta medida -encaminada a que los padres puedan impedir a sus hijos asistir a charlas sobre igualdad o diversidad LGTBI- ha afirmado que "si no hay pin parental, si no se garantiza la libertad de los madrileños, es muy difícil que haya presupuestos" en la Comunidad."Si no hay pin, es muy difícil que haya presupuestos"
A juicio de Ortega Smith, en el Ejecutivo regional de PP y Ciudadanos (que gobierna en Madrid gracias al apoyo de Vox) "se han puesto tan nerviosos porque en el fondo sí saben que hay muchos padres en Madrid que si tienen la opción de elegir no van a elegir ese tipo de adoctrinamiento".
Resaca de la Conferencia de Presidentes
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Polémicas palabras Las declaraciones de la presidenta de Madrid generan indignación entre las asociaciones agrarias. Ayuso apuntó que "el salario mínimo no debería ser igual para un agricultor extremeño que para un empresario de Madrid".