La lava que expulsa elvolcán de La Palma se ha llevado por delante centenares de casas, vidas rotas por las coladas que no solo se llevan domicilios, también centenares de fincas de plataneras, el sustento de vida de muchas familias palmeras.

Es el caso de Joselin Cabrera, que se acerca con "angustia" a un mirador desde donde vigila que los terrenos de sus padres están a salvo de la lava, al menos de momento.

"Mi padre tiene fincas por la zona de Todoque y la lava está pasando por la mitad, y estamos pendientes con una angustia todas las noches para ver si escapan esas plataneras", explica la vecina, que tiene a todos sus compañeros "parados" debido a que "el almacén está en Playa Nueva, una zona a la que no se puede acceder porque las carreteras están cortadas".

Su trabajo corre peligro, pero su casa "por desgracia" ha sido arrasada por el volcán. Joselin narra que tan solo "llevaba un mes viviendo en ella porque era reformada" de sus abuelos. La de sus padres de momento ha corrido mejor suerte y, a pesar de que "está rodeada de lava", va "escapando de momento".

"Mi marido, mi padre, mi tío, toda mi familia vive del plátano. Es una zona que es mucho de plátano. También les afecta el agua, aunque no les afecte la colada, pues están sin agua y prácticamente se van a secar los plátanos", lamenta.