Kiki celebraba con sus amigas sus 30 primaveras, pero lo que suele ser una tradicional broma en los cumpleaños casi termina en tragedia. Esta joven americana no escondía su felicidad al ver su pastel de cumpleaños que recreaba perfectamente al famoso BB-8 de Star Wars.

Mancharte un poco la nariz o meter directamente la cabeza en el pastel es más que una tradición alrededor de todo el mundo y cada uno pone sus propios límites. Kiki no necesitó del empujoncito de ninguna de sus amigas, sino que ella misma se dispuso a estampar, literalmente, la cara contra el pastel mientras sus amigas la animaban y grababan el momento.

Sin embargo, la broma por poco le cuesta un ojo a la joven y es que el pastel de BB-8 no hubiera sido posible sin un soporte que le daba forma y le ayudaba a mantener la verticalidad. El ojo de Kiki dio directamente con el hierro, aunque por suerte la joven no tuvo que lamentar más que un ojo morado como recuerdo de su fiesta de cumpleaños.

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