Después de haber intentado todo para que Brad Howar, un adolescente de 17 años, atendiera en su clase de Física y dejara de molestar a los demás, el profesor decidió enviar una queja directamente a los padres del joven.

A través de un mail, explicó que la actitud de Brad impedía avanzar la clase. Cuando el padre del adolescente leyó el texto, decidió tomar una original decisión.

Después de consultarlo con el profesor, el padre se personó en en el instituto de su hijo y estuvo junto a él durante toda la clase de Físcia. De esta manera, se encargó personalmente de que no molestara y prestara atención.

El peculiar castigo ha tenido éxito y el adolescente asegura que desde ahora se comportará mejor.