Mucha gente critica la invasión de lo hipster y una de esas reivindicaciones ha dado la vuelta al mundo. Una escritora australiana fue a una de las cafeterías de moda en Melbourne y cuando pidió un café con leche, normal, le trajeron tres jarritas, la primera con agua, la segunda con leche y la tercera con café concentrado.

Jamila Rizvi, la indignada escritora, publicó su indignación en Facebook, donde compartió la foto del 'café' acompañada de un texto en el que se quejaba de que "el hipsterismo ha ido demasiado lejos cuando tu café viene deconstruído".

Jamila añade que ella lo que quería "era un café, no un experimento de ciencia". La queja de la mujer que sólo quería disfrutar de una taza de café con leche, normal, ha dado la vuelta al mundo.