Carlota conoció los presuntos abusos sexuales sola en una sala y tuvo que ver el vídeo pese a que no le avisaron previamente a lo que se enfrentaba. Y no solo fue eso, sino que posteriormente le propusieron "abandonar el programa sin penalización" en medio de la crisis de la joven.
Esta tarde Zeppelin, la productora de 'Gran Hermano', ha emitido un comunicado sobre Carlota lamentando y reconociendo que fue un error la primera comunicación en el confesionario y le pide disculpas por ello. Asegura además que revisará sus protocolos. Por su parte Mediaset, el grupo que emite 'Gran Hermano', se descuelga con otro comunicado en el que habla de acciones de desprestigio contra el programa citando solo a medios de Atresmedia como La Sexta, Antena 3 y Onda Cero.
Zeppelin, productora de Gran Hermano, ha emitido un comunicado en el que "lamenta y reconoce que fue un error la primera comunicación en el confesionario" y por ello "pide disculpas" a la víctima.
Gran Germano, tras reconocer el error al comunicar los hechos, asegura que "ha decidido revisar todos sus protocolos y reforzar los equipos para afrontar eventuales situaciones de vulneración de derechos". Además, "insiste en condenar y en denunciar relaciones sexuales no consentidas y por tanto establecerá nuevos límites y medidas en su objetivo de tolerancia cero ante estas situaciones".
El programa justifica que tras los hechos "se activaron los protocolos establecidos", entre los que estaba presentar de forma inmediata la denuncia, expulsar a José María y trasladar a Carlota a un hotel donde "estuvo acompañada de psicólogos y familiares".
Sin embargo, es en ese hospedaje donde Carlota recibió otro duro golpe, según declaró ante el juez. Y es que la persona que la acompañó en esa estancia era la 'súper' que estaba de guardia durante el presunto abuso sexual: "Me pusieron de niñera a la 'súper' que se supone que podría haber evitado todo. Fíjese que grado de humanidad tiene esa gente".
"Lo que sí sé seguro es que estuve cuatro días secuestrada en un hotel. Esta mujer dormía al lado mía y me quitaba el mando de la televisión y ni teléfono, ni nada. Tratándome como si yo estuviese pirada o fuese a cometer una locura", apuntó Carlota.