Agentes de seguridad de Renfe entran en un tren y le piden su billete a un hombre negro pero él se niega a mostrárselo.
"Como quieras, por las buenas o por las malas", le dicen. Entonces, los viajeros intervienen: "Tú no tiene derecho a tocar al chaval, llamas al revisor y te saca la tarjeta".
Un testigo relata en una entrevista telefónica lo ocurrido: "Oigo lo de 'por las buenas o por las malas', me doy la vuelta a ver qué pasa y en ese instante le estaban cogiendo del cuello. Me fui triste e indignado".
El joven pide la presencia de un revisor mientras le dicen: "Estás reteniendo aquí un tren con 300 personas por tu puta cabezonería".
Los vigilantes le insultan llegándole a decir que es "una puta mierda". No quieren que nadie grabe.
"El vagón estaba lleno de gente y fueron directos a por este chico. El tufo racista e injusto de todo esto es muy fuerte", cuenta otra testigo.
El joven accede a bajar y ahí le reducen mientras la gente afirma: "Ocho contra uno, es un humano". Recibe hasta patadas.
Youssef Ouled, de SOS Racismo Madrid, pide responsabilidades "por lo que ha sido una agresión racista y un abuso de poder". Después de más de diez minutos, el joven acaba llorando en un banco de la estación. Fue detenido y denunciado por un agente de seguridad.
Desde Renfe aseguran que los agentes acuden porque el joven obstaculizaba con su patinete la entrada y salida de viajeros.
"Le habían lavado el cerebro"
De California a Manresa para rescatar a su hermana de una secta: "El cura me agarró y me tiró al suelo"
El contexto Adriana di Gerónimo se enteró de que su hermana estaba recluida en una congregación católica que había recibido denuncias por abusos sexuales. Al recibir la noticia, no dudó en dirigirse a Manresa para ayudarla.