Los hechos sucedieron el pasado 12 de noviembre cuando la condenada, interna en la cárcel de A Lama (Pontevedra) se enroscó un cordón alrededor del cuello estando en la ducha y llamó a voces a su compañera de celda alertándola de lo que estaba haciendo, por lo que los funcionarios acudieron de inmediato y el episodio terminó ahí, según han explicado fuentes penitenciarias.

Aunque no está acreditado que quisiera acabar con su vida decididamente, las fuentes consultadas han añadido que a partir de ese momento se intensificó el protocolo de prevención de suicidios y ahora tiene con ella a otra interna de confianza.

No es la primera vez que la condenada trata de autolesionarse y el 24 de febrero de 2017 fue ingresada en el hospital tras ingerir un medicamento que toma habitualmente por prescripción médica. Rosario Porto, abogada, cumple la pena impuesta en la cárcel de A Lama, en Pontevedra, mientras que su marido,

Alfonso Basterra, está interno en el penal de Teixeiro, en A Coruña, por la muerte violenta de su hija adoptiva, cuyo cadáver fue hallado el 22 de septiembre de 2013 en una cuneta del municipio coruñés de Teo, próximo a Santiago de Compostela.